Valores históricos en el termómetro
La temperatura media global está siendo más alta que nunca antes durante los últimos 2000 años. Si se desea limitar el calentamiento global es necesario reducir notablemente las emisiones de CO2.
Para contrarrestar el calentamiento global provocado por el ser humano son necesarias medidas radicales. Pero el objetivo de descarbonización de la economía no solo debe significar renunciar, sino que también podría convertirse en un impulsor continuo del crecimiento. El análisis muestra en qué se basan estas expectativas y dónde se encuentran las áreas de inversión atractivas.
Desde la industrialización y la combustión casi ininterrumpida de las fuentes de energía fósiles, cada vez hay más gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), concentrados en la atmósfera (véase el siguiente gráfico). Con consecuencias de gran alcance: En la actualidad, el clima global está 1,3 °C por encima de la media preindustrial; los fenómenos meteorológicos extremos son solo un indicio de este desarrollo. El calentamiento global provocado por el hombre debe contrarrestarse ahora con una rápida reducción de las emisiones de CO2: La ambición política y económica de 2050 es que en todo el mundo no se liberen más gases de efecto invernadero a la atmósfera de los que puedan eliminarse por medios naturales o técnicos. De este modo se alcanzaría el objetivo de cero emisiones netas.
La reducción de las emisiones de CO2, es decir, la descarbonización, afecta a casi todos los sectores económicos y a la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Algunos ejemplos son una energía asequible y limpia (ODS 7) o el objetivo Vida en tierra (ODS 15), que tiene como objetivo la recuperación de ecosistemas amenazados. La descarbonización puede contar con potentes impulsores. Por ejemplo, las políticas: el «Green Deal» de la Unión Europea persiguen el ambicioso objetivo de hacer de Europa el primer continente neutro en carbono para 2050. A esto se añaden el progreso tecnológico y la conciencia empresarial sobre el cambio climático.
Esto proporciona el potencial económico correspondiente. Por ejemplo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que, dependiendo del escenario, la descarbonización podría generar entre 2,3 y 4,5 billones de dólares americanos de inversión anual a partir de 2030. Las soluciones eficaces para hacer frente al cambio climático son numerosas y a menudo ya están establecidas tecnológicamente. En el análisis se pueden dividir en cuatro campos: Energías renovables como la solar y la eólica (véase el siguiente gráfico), así como la eficiencia energética conseguida, por ejemplo, gracias a las bombas de calor. A esto se añade el cambio hacia una movilidad sostenible, que puede lograrse, por ejemplo, con vehículos eléctricos y transporte público. Por último, la eficiencia de los recursos es importante, por ejemplo, con la transición a la economía circular. Estos cuatro campos se corresponden con las principales áreas de inversión que hemos identificado para los inversores.
Esto es lo que dice nuestro análisis: esperamos un crecimiento continuo en las energías renovables, la movilidad sostenible (por ejemplo, en los vehículos eléctricos) y en el ámbito de la eficiencia energética y de los recursos. Todo esto mientras que la demanda de combustibles fósiles debería disminuir. Sin embargo, dado que el tema del futuro es muy complejo y dinámico, los fondos gestionados activamente por expertos pueden ofrecer un gran valor añadido. Swisscanto cuenta con una amplia y larga experiencia en fondos temáticos sostenibles.