¡Hola, robotaxi! Cómo los vehículos autónomos están revolucionando el uso compartido de vehículos
Proveedores como Uber han convertido el uso compartido de vehículos en un negocio de miles de millones de dólares. Ahora, con la expansión de los vehículos autónomos, se avecina la próxima revolución. Esto también debería interesar a los inversores interesados en la economía colaborativa y la economía circular como temas de inversión.
Autores: Cezara Lozneanu e Yohann Terry
Puntos clave sobre las oportunidades de inversión en vehículos autónomos y la tendencia sostenible hacia el uso compartido de vehículos
- El uso compartido de vehículos ha demostrado ser un elemento revolucionario para el concepto de economía colaborativa y ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos 15 años. Se espera que este crecimiento se mantenga en dos dígitos en los próximos años.
- En nuestra opinión, los vehículos autónomos podrían suponer ahora otro cambio revolucionario: según las previsiones, el mercado de la conducción autónoma podría crecer hasta alcanzar un valor de 4000 millones de dólares a principios de 2030, con una tasa de crecimiento anual estimada de más del 30 %.
- El uso generalizado de los vehículos autónomos podría dar lugar a nuevos ecosistemas. Los proveedores de tecnologías de conducción autónoma, como Waymo, Baidu y Pony AI, están a la vanguardia de este desarrollo. Pero las aplicaciones de transporte compartido, como Uber y Lyft, también podrían beneficiarse.
Los autobuses PostBus forman parte del paisaje suizo tanto como las montañas, las vacas manchadas y los chalets. Pero esta imagen aparentemente atemporal está cambiando. A principios de noviembre, la filial suiza de Post anunció sus planes de desplegar hasta 25 robotaxis para dar servicio a zonas del este de Suiza que no están adecuadamente cubiertas por las rutas de autobús tradicionales. Se espera que el servicio esté operativo en 2027.
Según sus promotores, el proyecto «AmiGo» es el mayor de su tipo en Europa. Los socios del proyecto tienen incluso un alcance global: los vehículos autónomos serán suministrados por Apollo Go, una filial del gigante tecnológico chino Baidu. Los robotaxis de Apollo Go ya operan por miles en ciudades chinas como Hong Kong y Wuhan, así como en Dubái y Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos.
Carsharing: ¿una revolución gracias a la IA?
La empresa suizo-china aún se enfrenta a varios obstáculos. No obstante, ejemplifica una tendencia que debería ser de interés para los inversores centrados en temas de inversión sostenible: los vehículos autónomos son cada vez más accesibles y asequibles, y están a punto de revolucionar el carsharing. El carsharing en sí mismo es ya un concepto consolidado dentro de la denominada economía colaborativa (véase el recuadro siguiente), que consideramos un pilar del tema de inversión sostenible de la economía circular.
Uno de los catalizadores de esta revolución es el rápido desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Su aplicación a la conducción autónoma promete transportar a los pasajeros de forma más segura, flexible y asequible que lo que jamás podría hacer un conductor humano.
Se espera un crecimiento de dos dígitos con los vehículos autónomos
También se espera que el avance de los vehículos autónomos libere un potencial económico asombroso. Por ejemplo, un estudio de la empresa de análisis Precedence Research del pasado mes de septiembre predice que este mercado crecerá alrededor de un 36 % anual, alcanzando un valor de hasta 4,450 billones de dólares en 2034.
Las ventajas de la economía colaborativa
La economía colaborativa representa un enfoque alternativo a la propiedad y señala el camino hacia un futuro más sostenible. Su esencia es la colaboración entre diversas partes interesadas para compartir recursos, habilidades y servicios, en lugar de poseerlos de forma exclusiva. El concepto ya se ha establecido con éxito en áreas como la externalización, la economía de alquiler y los modelos de uso compartido de viviendas o automóviles. Las innovaciones tecnológicas, como las plataformas, son un factor clave para impulsar este concepto. A través de la economía colaborativa, no solo se puede ahorrar dinero y tiempo, sino que también se pueden conservar los recursos naturales y reducir los residuos. Como señalaron los autores Zhifu Mi y D'Maris Coffmann en un artículo de 2019 para la revista científica Nature, la economía colaborativa tiene el potencial de influir significativamente en el comportamiento de consumo de una manera sostenible.
Curiosamente, el impulso tecnológico que condujo al auge del uso compartido de vehículos ya era evidente hace años. Hace unos 15 años, las aplicaciones de transporte compartido comenzaron su ascenso hasta convertirse en una industria de miles de millones de dólares. Gracias a la geolocalización en tiempo real, las plataformas digitales y los precios dinámicos, proveedores como Uber y Lyft lograron revolucionar los servicios tradicionales de taxi; desde entonces, el término «uberización» se ha convertido en sinónimo de la disrupción de modelos de negocio completos.
Carsharing: las aplicaciones de transporte a demanda dan en el clavo
Uber y sus competidores tuvieron éxito porque sus servicios satisfacían una demanda existente. En muchos lugares, la infraestructura de transporte y la disponibilidad de taxis y transporte público no habían seguido el ritmo de la tendencia global hacia la urbanización. Los servicios de transporte a través de aplicaciones no solo ofrecían una alternativa cómoda, sino también un sustituto de los coches particulares, eliminando el estrés de los atascos y el aparcamiento en las grandes ciudades. El desarrollo de plataformas como Uber Mobility demuestra que estos servicios han dado en el clavo: desde 2018, el número de reservas en esta plataforma ha crecido una media del 13 % anual, como se muestra en el gráfico siguiente.
Aplicaciones populares de transporte compartido: crecimiento previsto de Uber Mobility (número de reservas y crecimiento en %)
A pesar de este éxito, Uber se enfrentó a retos en el mercado bursátil en 2024. Los inversores temieron de repente que la propia Uber pudiera ser «uberizada». ¿El motivo? Los rápidos avances en la conducción autónoma, impulsados por la inteligencia artificial, amenazan con sustituir a los conductores humanos, que siguen siendo la columna vertebral del modelo actual de Uber. Aunque el despliegue de robotaxis en ciudades como Wuhan, Pekín y San Francisco aún se encuentra en fase de pruebas, se espera que el avance de la conducción autónoma sea inminente.
Vehículos autónomos: rápido progreso a través de los niveles de automatización
Desde 2010, el desarrollo de los vehículos autónomos se ha acelerado a través de varios niveles de automatización, tal y como describe la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) (véase la tabla siguiente):
Nivel de automatización |
Características |
Tamaño del mercado global de vehículos autónomos*, 2024 (en miles de millones de dólares estadounidenses) |
|---|---|---|
Nivel 1 |
Los vehículos cuentan con funciones básicas de asistencia, como el control de crucero. |
38.41 |
Nivel 2 |
Las funciones automatizadas, como el control de crucero, el control de distancia y el asistente de mantenimiento de carril, ayudan a los conductores, con IA ya en uso. |
84.48 |
Nivel 3 |
Depende en gran medida de la IA para la navegación y la dirección, y los sistemas del vehículo ganan más control. Los sensores recopilan datos continuamente. Actualmente, solo unas pocas empresas con aprobación reglamentaria ofrecen este nivel de autonomía. |
34.60 |
Nivel 4 |
La conducción automatizada es posible, pero las condiciones geográficas y ambientales aún requieren la intervención humana. |
30.82 |
Nivel 5
|
Conducción totalmente automatizada sin necesidad de intervención humana. |
19.08
|
Fuentes: SAE / *Precedence Research, septiembre de 2025
Los vehículos autónomos utilizan diversas tecnologías, como GPS, cámaras, radares y lidar (pulsos láser para medir la distancia y la velocidad). Sin embargo, es la IA la que permite a los vehículos «percibir» su entorno y funcionar con seguridad en él. Los algoritmos de aprendizaje profundo también están abordando tareas más complejas para la IA, como los cambios de carril y la predicción de los movimientos de otros usuarios de la carretera y obstáculos.
Vehículos autónomos: una ventaja para la sostenibilidad
Si se superan estos obstáculos tecnológicos, se pueden obtener beneficios, especialmente en términos de sostenibilidad.
Según la consultora Numalis, se podría eliminar el factor humano, la principal causa de los accidentes de tráfico. Además, la IA puede optimizar la velocidad y las distancias de frenado mientras se comunica con otros usuarios de la vía pública. Esto podría ahorrar energía, reducir las emisiones y minimizar la congestión del tráfico.
Por último, pero no por ello menos importante, el beneficio medioambiental más importante proviene del propio uso compartido del coche: el ahorro deCO₂ que supone no tener un coche en propiedad. Por ejemplo, la fabricación de un Volkswagen ID.3 eléctrico genera alrededor de 14 toneladas de CO₂ ,según la evaluación del ciclo de vida realizada por la propia empresa. Esto corresponde aproximadamente a la «huella de clima» de un ciudadano suizo durante todo un año.
Vehículos autónomos: más que simples robotaxis
En nuestra opinión, el desarrollo de los vehículos autónomos podría dar lugar a un aumento significativo del uso compartido de automóviles, que iría mucho más allá de su aplicación como robotaxis. Aunque las aplicaciones de uso compartido de automóviles siguen utilizándose hoy en día como alternativa a los taxis y al transporte público, creemos que el auge de los vehículos autónomos podría cambiar esa tendencia y hacer que la gente se lo piense dos veces antes de comprar un coche, especialmente en las zonas urbanas.
Las empresas ya están compitiendo por una posición sólida para aprovechar el potencial de los vehículos autónomos. En esta carrera participan una amplia gama de actores: proveedores de tecnología como Baidu, Tesla y Waymo (una filial de Alphabet), desarrolladores especializados en inteligencia artificial como Pony.ai o Cruise (propiedad de General Motors) y, por supuesto, proveedores de servicios de transporte como Uber.
Nuevos ecosistemas en torno a los vehículos autónomos
Uber ya ha respondido a las preocupaciones de los inversores anunciando planes para desarrollar diferentes modelos de negocio en torno a la conducción autónoma. Aunque la empresa adquirirá 20 000 vehículos autónomos Lucid Gravity durante los próximos seis años para probar la tecnología, se ha mostrado firme en su intención de no convertirse en una empresa de gestión de flotas (lo que requeriría mucho más capital que su modelo de negocio actual). La empresa pretende crear un ecosistema en torno a la conducción autónoma y convertirse en la aplicación de referencia para conectar a los proveedores de tecnología con los clientes finales. Esta es otra razón por la que nos parece tan interesante el potencial avance de los vehículos autónomos.
En nuestra opinión, el mercado aún no ha valorado plenamente el potencial de estos nuevos modelos de negocio. Curiosamente, esta es una característica que comparten con el tema de inversión a largo plazo de la Circular Economy.
Tema de inversión «Circular Economy»: Perspectivas
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